La necesidad de ser acompañados y sentirnos acompañados como Musicoterapeutas en nuestra tarea de intervención clínica, está presente de manera emergente y/o continua en aquellos que nos dedicamos a la intervención clínica. Esta necesidad lleva implícita la tarea de dudar, de plantearnos preguntas, de replantearnos decisiones, de confrontar con el/la otro/a mis ideas,… en definitiva, de seguir aprendiendo de manera compartida y colaborativa.